Hace tan solo unas semanas se celebraba el Día Mundial contra el Trabajo Infantil. Con el objetivo de reforzar la importancia de luchar contra esta práctica, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha puesto en marcha la campaña #GeneraciónSeguraySaludable, en la que liga este día y el Día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
Y es que la concienciación no debe centrarse solo en eliminar la explotación laboral de menores, sino también en reforzar la protección de la integridad de los niños, niñas y jóvenes que se encuentran en edad legal de trabajar, es decir, de aquellos de entre 14/15 y 24 años.
Son muchos los menores y jóvenes que trabajan cada día en granjas, minas, fábricas o tiendas, con el objetivo de lograr un dinero extra para ellos mismos o generar una fuente de ingresos más para la economía familiar. En este sentido,el reto está en que aquellos que no tengan la edad mínima legal para trabajar, no lo hagan, y en garantizar unas condiciones laborales seguras y saludables para aquellos que sí la tengan.
En el mundo, hay 73 millones de niños entre 5 y 17 años para los que se debe buscar una salida. Pero, además, 541 millones de jóvenes entre 15 y 24 años, es decir, cerca del 15% de la fuerza de trabajo del mundo, están en riesgo, dado que todavía están desarrollándose física y psicosocialmente.
Por ello, es de extrema importancia reasignar a los jóvenes a tareas que no entrañen riesgos para su salud y retirarlos de los lugares de trabajo que, por su naturaleza, sean peligrosos, como ocurre, por ejemplo, con las minas.
Pero, además de garantizar su seguridad laboral, debe tenerse en cuenta que, en todos los casos, los niños y niñas tienen derecho a completar la educación básica y recibir educación y formación vocacional. En todos los niveles educativos, la nueva generación debe ser capaz de aprender sobre seguridad y salud, algo crucial cuando el objetivo es construir una cultura de la prevención.
Los trabajadores jóvenes necesitan una formación y supervisión adecuadas para adquirir las habilidades requeridas, así como con las nociones básicas sobre riesgos y peligrosidad. Mientras, por su parte, los empleadores deben ofrecer un entorno sano y seguro para todos los trabajadores, pero prestando especial atención a las necesidades de los trabajadores jóvenes.
Para lograrlo, no solo es necesaria la voluntad de las personas implicadas directamente en la relación empleado/empleador, sino que los Gobiernos ratifiquen y apliquen convenios internacionales de relevancia como la Convenio sobre el marco promocional para la seguridad y salud en el trabajo(2006); así como aplicar las leyes para la prevención y para que las inspecciones laborales efectivas.
Aquí os dejamos el vídeo OIT ‘Generation Safe and Healthy’